COVID SINALOA • ¿Qué renuncias?

Por José Luis López Duarte

No tengo el gusto de conocer al Dr. Efrén Encinas, secretario de salud del gobierno de Sinaloa, pero muchos amigos míos sí, y ninguno me ha expuesto comentario negativo alguno sobre su persona y profesionalismo, por lo que no deja de sorprenderme el manejo de la pandemia de COVID-19 en el estado, que obviamente inquieta y preocupa el trabajo sobre la misma y surge la pregunta ¿Por qué el manejo errático, incierto y, a veces, hasta manipulado?

Durante 15 meses que llevamos bajo este régimen especial que nos ha impuesto la pandemia, se han dado momentos donde ha estado presente la incertidumbre de no saber qué hacer, o lo que se quiere se realiza sin la fuerza de la autoridad, o simplemente la autoridad ha sido superficial y podría decirse que hasta frívola.

Al día de hoy, ya sumamos 6460 fallecimientos, en 35 mil contagios, 18 por ciento de letalidad, números que a todas luces no tienen coherencia, y si fueran reales estaríamos muchísimo peor, porque sería el lugar del mundo donde muere, porcentualmente hablando, más gente por COVID-19.

Por eso molesta, irrita y hasta indigna saber que durante tres meses “guardaran” más de mil contagios al dar a conocer el lunes 28 la cifra de 1219 nuevos contagios y de 667 pasamos a 1095 activos, contagios y activos que, como dice el periodista Juan Pablo Pérez Díaz, hubo errores del capturista, simplemente los ocultaron, precisamente durante el periodo de las campañas electorales.

Durante ese lapso, el semáforo epidemiológico estuvo en verde y el lunes 7 de junio pasamos a amarillo, pero lo que es peor, como señala Juan Pablo Pérez Díaz, el 28 de junio de 2020, cuando el semáforo estaba en rojo, teníamos 888 casos activos, hoy tenemos 1095 y en Culiacán hay 283 casos activos, y ahora 533 y estamos en semáforo amarillo y dice el periodista “alguien tiene que responder”.

Y efectivamente, alguien tiene que responder, y no porque se desee cargar de culpas a nadie, sino porque no es posible tener autoridades que tan “fácilmente” se equivocan, o lo que sería peor, manipulan las cifras.

Si esto es así, es posible también que ningún otro dato sea real y que simplemente jueguen con nuestra “memoria de teflón” y que al día siguiente no recordemos nada.

Lo más triste de todo, más allá que nos engañen con sus cifras, esta la irresponsabilidad de haber abierto todo para que todo mundo saliera a recuperar su “movilidad” y llenar todos los espacios, especialmente los políticos, que seguramente nos llevarán a una tercera ola de contagios y muertos.

Por eso insisto en que los diputados debieran llamar a comparecer al gobernador Quirino Ordaz Coppel, al secretario de salud, Dr. Efrén Encinas, y al secretario de educación, Juan Alfonso Mejía, quien frívolamente se pavonea como si el ciclo escolar no fuera una debacle.

Ojalá, aunque solo fuera uno, alguien en la cámara de diputados cumpliera con su obligación de representante popular y los emplazara. Uno nada más, como los ostiones.

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