Incluir el Conadis a Bienestar sería un «enorme retroceso»
Ciudad de México. La eventual incorporación del Consejo Nacional para el Desarrollo y la Inclusión de las Personas con Discapacidad (Conadis) a la Secretaría de Bienestar significaría un enorme retroceso, pues al convertirse en una dirección general más, dicho organismo podría perder presupuesto, estatus jurídico y facultades para defender los derechos de este sector vulnerable.
Así lo afirmó Ernesto Rosas, director de vinculación interinstitucional de la organización civil Confederación Mexicana de Organizaciones en favor de la Persona con Discapacidad Intelectual (Confe), quien señaló que la atención a quienes viven con alguna condición discapacitante debe realizarse siempre de forma interinstitucional, en vez de reducirlo a lo que pueda hacer una sola secretaría.
En entrevista con La Jornada, el experto subrayó que el plan del gobierno federal para incorporar a diversos organismos desconcentrados, descentralizados y áreas internas a distintas secretarías de Estado sería un error en el caso del Conadis, entidad donde él mismo trabajó durante casi una década.
No estar sectorizado o supeditado a las instrucciones de una secretaría o dependencia en lo particular sí le permite a un organismo lograr mayor coordinación con todas las entidades que hay en el gobierno, porque el tema de las personas con discapacidad no es un tema sólo de Bienestar, sino también de las secretarías de Educación, de Trabajo, de Salud, etcétera, apuntó.
El caso del Conadis sería especialmente grave, pues si bien este organismo recibió en 2022 un aumento presupuestal con respecto a los años anteriores, en la práctica sigue sin ser claro qué va a hacer con esos recursos, porque ni siquiera ha dado a conocer su plan sexenal de trabajo, con lo cual hasta podríamos decir que está en incumplimiento de sus obligaciones.
Después de subrayar que la incorporación del Conadis a la Secretaría de Bienestar incluso podría significar una posible falta a los acuerdos internacionales firmados por México en la materia, Rosas alertó que dicho movimiento dejaría al organismo reducido en facultades y en estructura, porque al convertirse en dirección general se reducen sus posibilidades de interactuar con otras dependencias.
Para el especialista, los errores de una institución no deben llevar a desaparecerla, sino más bien a revisar cómo se puede mejorar. La acción aparentemente fácil y tajante de deshacerse de ella no es la salida.
Con información de La Jornada.