Tiburón blanco ataca a surfista en California: turistas lo salvan tras escuchar sus gritos
Los llamados de pánico alertaron a una pareja que remaba en el mar, quienes acudieron al rescate de Steven Bruemmer, quien fue hospitalizado tras ser mordido en la playa
La peor pesadilla de cualquier persona que se lanza a la aventura en el mar se hizo realidad cuando Steven Bruemmer, un surfista y profesor jubilado de 62 años, fue atacado por un tiburón blanco en una playa de California.
Para su fortuna, dos desconocidos que paseaban por la zona escucharon sus gritos desesperados y además de ayudarlo a salir de la zona de riesgo, le brindaron los primeros auxilios que salvaron su vida.
Los hechos ocurrieron esta semana en Lovers Point Beach en Pacific Grove, al sur del condado de Monterey, cuando el experimentado nadador fue atacado sorpresivamente por el tiburón y le provocó heridas graves en la pierna y el torso.
“La mordedura de tiburón fue desafortunada. Pero después de eso, tuve mucha suerte “, explicó Bruemmer a la estación KION-TV en un comunicado y reconoció que el hecho de que la playa estuviera llena y sin olas facilitó que lo escucharan hasta el otro lado.
“Estaba gritando, pidiendo ayuda, se notaba en el sonido y la emoción en su voz de que definitivamente algo andaba mal y estaba golpeando el agua”, relató Paul Bandy, el oficial de policía que remaba junto a su esposa, quien es enfermera.
El matrimonio estaba en ese lugar celebrando su aniversario de bodas y terminaron siendo protagonistas de una historia heróica, junto a un surfista que sin dudarlo se metió al mar y llevó una tabla extra para trasladarlo.
Los tres lo llevaron herido hasta la orilla: “Me hicieron agarrar el tobillo del surfista mientras él remaba como loco para llevarme a la playa”. Ahí fue apoyado por otros profesionales de la medicina que casualmente estaban en la playa.
En sus relatos, Steven Bruemmer recuerda que los desconocidos sabían lo que hacían, le ayudaron a ponerse torniquetes para evitar una tragedia mayor antes de ser trasladado al Natividad Medical Center.
“Recuerdo que estaba acostado en la ambulancia y pensé: ‘mis pulmones están bien. Puedo respirar.’ Así que no sabía si iba a morir desangrado, pero mis pulmones estaban bien”, dijo a la misma estación.
Con información de El Universal