¿Usted que opina?.

Decía el filósofo y escritor francés Voltaire que las falsedades no sólo se oponen a la verdad, sino que a menudo se contradicen entre sí. En medio de la mayor crisis de credibilidad en su historia, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) dejó de lado la urgencia del trabajo de unidad y reconstrucción, para dar paso a las banalidades y hacer su propia pasarela de presidenciables.

Copiando el estilo morenista de las corcholatas del presidente, los priístas decidieron enfocarse en su propia lucha interna rumbo al 2024. Aún y con la incertidumbre de si se mantendrá o no viva la alianza con el PAN y el PRD, los tricolores decidieron destaparse y mandaron al frente cuatro figuras para tratar de contrarrestar la fortaleza de Morena. Lo cierto es que ninguno destaca.

Alejandro Moreno, el famoso “Alito”, se mantiene con aspiraciones presidenciales a pesar de que gran parte de la militancia mantiene una fuerte molestia por la cascada de derrotas electorales y la forma de acordar en lo legislativo con Morena. Otro que anunció sus aspiraciones fue el ex secretario de Economía e impulsor del nuevo Tratado de Libre Comercio, Ildefonso Guajardo.

Pero dos mujeres alzaron las manos una Claudia Ruiz Massieu Salinas y también Beatriz Paredes, tal vez la más crítica de las y los aspirantes priístas, convencida de que debe haber cambios profundos en el partido. El actual gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, también quiere ser considerado por el PRI, aunque en realidad tiene menos posibilidades. La moneda está en el aire, al igual que la alianza.