Explota gasolinera en la carretera Tula-Tlahuelilpan; hay dos muertos y cuatro heridos

 «¡Valió madre!, ¡valió madre!», dice un hombre con voz ronca que parece quebrada y temerosa, mientras corre y, tras de sí, se observa una fumarola y una llama que emanan desde una gasolinera que se incendia.

De repente, un segundo estallido levanta la columna de lumbre y el estruendo que ensordece sale a la par que cimbra la tierra, entonces se siente cómo se tambalea el suelo, y los gritos de las personas se confunden con un sonido que, tras el fragor de la explosión, sale del combustible que se consume.

Apenas después, el cielo, antes alumbrado por el amanecer, se cubre de la negrura del humo que se percibe a la distancia y huele a quemado, tanto como la enormidad que alcanza la humareda, que asemeja la efigie de un cuerpo que sale de la estación de servicio de nombre comercial Servifácil y envuelve hasta donde se ven las nubes.

El secretario de Seguridad Pública, Salvador Cruz Neri, confirmó dos muertos, cuatro heridos y diez vehículos calcinados por la conflagración.

Tras el segundo estruendo, la fumarola se cubrió entre la llama; la envolvió como un remolino que, a la distancia a la que lo veían los pobladores, les provocaba temor y llanto.

Con información de Proceso