Jornaleros viven en condiciones deplorables por vacío en ley: Gonzalo Armienta

Debido a que quedó un vacío en la Ley de Derechos y Cultura Indígenas del Estado de Sinaloa seguimos viendo en la entidad campos agrícolas en los cuales no se proporciona vivienda ni atención médica a los jornaleros agrícolas que en algunos casos están secuestrados por el crimen organizado, advirtió Gonzalo Armienta Hernández.

El doctor en derecho e impulsor de la mencionada ley ante el Congreso del Estado de Sinaloa, estableció con todo y que ya está en vigencia dicha legislación, se siguen viendo campos controlados por “guardias blancas” donde se tiene viviendo a los jornaleros agrícolas en condiciones deplorables.

“Desgraciadamente la ley aprobada por el Congreso es una ley incompleta porque no maneja lo relacionado con los campos agrícolas, la ley que se propuso y que se presentó como iniciativa por parte del posgrado en el 2004 tenía un capítulo bien definido en materia de derechos de los indígenas en el campo, fundamentalmente los que se decían migrantes”, observó.

Recordó que por parte del posgrado de la Facultad de Derecho de la UAS también se presentó otra iniciativa de Ley de Derechos de los Migrantes que vienen de comunidades indígenas del sur de México a trabajar a los campos agrícolas de Sinaloa en donde se planteaba el derecho de estos a tener una vivienda digna y contar con atención médica en los mismos campos, pero al final fue mandada a la congeladora.

Armienta Hernández advirtió que ya se está trabajando para plantear una nueva iniciativa de derechos indígenas en donde sí exista la obligación de los patrones de dar vivienda digna, atención médica y educación bilingüe a los jornaleros en los mismos campos agrícolas.

“Uno ve los campos con esa maquinaria tan costosa, con las camionetonas que traen los dueños, la forma en que viven, y no puedan ofrecerles ni siquiera una vivienda medianamente digna a los jornaleros porque realmente viven en condiciones peor que las propias mascotas que pueden tener los dueños de los campos agrícolas”, lamentó el doctor en derecho y académico universitario.

Destacó que está convencido que hubo intereses de los mismos dueños de los campos agrícolas para que no se estableciera en la ley aprobada la obligación de los patrones de dar condiciones de vida dignas a quienes vienen a trabajar sus tierras.

Al Gobernador del Estado, Rubén Rocha Moya le pidió recordar el libro Tomate Amargo, que escribieron él y la periodista Carmen Aida Guerra, donde se habla precisamente de las condiciones deplorables en que vivían y siguen viviendo los jornaleros agrícolas.

Puntualizó que las condiciones infrahumanas en que siguen viviendo muchos jornaleros en campos agrícolas de Sinaloa es un tema mucho muy importante que Rocha Moya debe atender de manera directa, porque si manda a sus subordinados no los dejan entrar a los campos o los sobornan con dinero.