La Inteligencia Artificial generativa permite a los investigadores optimizar los tiempos y mejora la calidad de los productos científicos

En la actualidad, el uso de la Inteligencia Artificial (IA) generativa ha transformado el proceso de redacción de productos científicos, permitiendo a los investigadores optimizar tiempos y mejorar la calidad de sus documentos, herramientas como ChatGPT y DeepSeek, entre otras, se han convertido en aliados importantes para quienes trabajan en la producción de conocimiento, ofreciendo asistencia en tareas como revisión gramatical, sin embargo, especialista universitario advierte que, aunque la IA es un recurso poderoso, su uso debe acompañarse de responsabilidad y validación constante.
El doctor Arturo Yee Rendón, investigador de la Facultad de Informática Culiacán de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) dio a conocer que las IA generativas, si bien facilitan la elaboración de textos y análisis de datos, no deben sustituir el criterio humano, señaló que estas herramientas tienen la capacidad de sugerir conceptos, definir teorías e incluso identificar patrones en grandes volúmenes de información, pero que, al mismo tiempo, pueden generar datos inexactos o conocimiento que no necesariamente existe.
«Siempre es indispensable validar la información que proporcionan», enfatizó; en su análisis, el doctor Yee Rendón destacó que los investigadores deben ser conscientes del alcance de la IA generativa. Apuntó que su función principal es la de un apoyo, más no un reemplazo del trabajo científico riguroso.
En este sentido, recordó casos en los que estas plataformas han fabricado citas bibliográficas inexistentes o artículos apócrifos, lo que pone en evidencia la necesidad de una revisión crítica y minuciosa por parte de quienes utilizan estas tecnologías en sus investigaciones.
El también miembro del Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores de la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación Sinaloa, Arturo Yee subrayó la importancia de actuar con ética al emplear IA en la producción científica. Explicó que la y el investigador tiene la responsabilidad de guiar a la herramienta, proporcionar ideas claras y posteriormente evaluar la validez de los resultados obtenidos. «No se trata solo de generar conocimiento, sino de garantizar que sea verdadero y útil para la comunidad científica», puntualizó.
Finalmente, recordó que, así como en su momento la aparición de motores de búsqueda como Google revolucionó la manera de acceder a la información, hoy las IA generativas representan una nueva etapa en el apoyo a la investigación, no obstante, insistió en que su utilización debe estar acompañada de juicio crítico y de un compromiso permanente con la calidad y la veracidad científica, “la tecnología avanza, pero la ética y el rigor investigativo deben mantenerse firmes», concluyó.