¿Los smartphones son los nuevos parásitos sociales? Un estudio lanza una advertencia

En una provocadora investigación, el filósofo e investigador James Brown, de la Universidad de Sheffield, plantea que los teléfonos inteligentes podrían estar actuando como auténticos “parásitos” en la vida moderna. Más allá de su utilidad cotidiana, estos dispositivos estarían interfiriendo con funciones esenciales del comportamiento humano, como la atención, la socialización y la gestión del tiempo.

El estudio, publicado en Philosophy & Technology, expone cómo los smartphones se han insertado en los hábitos diarios de millones de personas, apropiándose de recursos personales —como el tiempo y la atención— a cambio de recompensas constantes en forma de notificaciones, contenidos y gratificación inmediata. Para Brown, esto representa una “relación parasitaria”, donde los beneficios que ofrece la tecnología encubren un impacto perjudicial en la autonomía individual.

Además, el autor advierte sobre el fenómeno de la “delegación excesiva”, en el que las personas trasladan decisiones, memoria e incluso interacciones sociales a sus dispositivos. Esto puede debilitar habilidades cognitivas fundamentales y generar dependencia. Sumado a ello, los riesgos de privacidad por la recopilación masiva de datos personales elevan la preocupación sobre quién realmente controla la información que fluye en nuestros teléfonos.

Lejos de proponer una desconexión total, el estudio invita a repensar críticamente el papel de los smartphones y a fomentar un uso consciente. Brown concluye que, si bien estos dispositivos seguirán siendo parte esencial de la vida moderna, es urgente reconocer sus efectos ocultos y establecer límites saludables que restauren el control sobre nuestra atención y nuestras relaciones humanas.