Líder de plaza del Cártel del Golfo es ejecutado dentro de un hospital
México. (Olegario Quintero Informa).- Pese al peligro que representaba, Alfonso Enrique Contreras Espinoza, El Poncho, jefe de plaza del cártel del Golfo, pasó los últimos casi ocho meses de vida interno en el Centro de Reinserción Social de Cancún, Quintana Roo, es decir, en una prisión con mínimas medidas de seguridad, donde en años pasados controlaban Los Zetas y se registraron motines y fugas.
‘El Poncho’, peligroso delincuente que tenía privilegios Pasó 8 meses en el penal de Cancún con mínimas medidas de seguridad y fue asesinado en un hospital privado.
En un hecho inusual, la tarde del pasado domingo, Contreras Espinoza fue trasladado al hospital privado Playa Med para recibir atención médica, algunas autoridades comentaron que El Poncho pidió atenderse en el mencionado nosocomio para hacer uso de su seguro de gastos médicos mayores. Llegó acompañado de su esposa.
Minutos antes de la siete de la noche, al menos cinco hombres armados ingresaron al hospital y desarmaron a un custodio del penal, que tenía bajo su cargo vigilar al jefe de plaza del cártel del Golfo.
También le quitaron su radio matra, que está conectado a las frecuencias de la policía estatal. Posteriormente, los sicarios dispararon contra Enrique Contreras y su esposa en repetidas ocasiones. La pareja perdió la vida.
Los pistoleros huyeron en una camioneta Chevrolet, Suburban, color blanco. Funcionarios federales consultados sobre este suceso dijeron a MILENIO que tras la captura del jefe de plaza del cártel del Golfo el 26 de julio de 2017, la Procuraduría General de la República tomó la decisión de dejar el asunto en manos de su delegación en Quintana Roo.
La víctima, explicaron, debió quedar a disposición de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada desde el momento de su detención.
Indicaron que es recurrente que la Procuraduría General de la República ponga disposición de sus delegaciones a delincuentes peligrosos, motivo por el cual los sospechosos terminan en penales locales. Indicaron que lo mismo ocurrió en marzo de 2017, con internos del penal sinaloense de Aguaruto, de donde se fugó Juan José Esparragoza Monzón, El Negro, hijo del capo Juan José Esparragoza Moreno, El Azul, además de tres integrantes más del cártel de Sinaloa.
Aseguraron que han pedido a la PGR, en diversas ocasiones, que este tipo de personajes de la delincuencia sean llevados a prisiones federales, porque después se amparan y es imposible moverlos de cárceles locales.
MILENIO también preguntó a autoridades estatales de Quintana Roo sobre la decisión de mantener a El Poncho en la cárcel de Cancún.
Puntualizaron que Contreras Espinoza estaba a disposición de un juez federal de control, que la investigación fue de la delegación de la PGR y que la cárcel de Cancún no es manejada por la Fiscalía General de Quintana Roo, sino por la Secretaría de Seguridad Pública del estado.
El 26 de julio del año pasado, el gobierno dio a conocer que fuerzas federales habían asestado un golpe al cártel del Golfo tras la captura de El Poncho, junto con él fueron detenidos Ángel de Jesús Muñoz Alemán, El Chaparro, y Hugo Alejandro Amaral García, quienes presuntamente se encargaban de la logística de la venta y distribución de droga, así como el cobro de piso a casas de citas en la zona turística de Cancún.
El gobierno federal afirmó que la localización del supuesto delincuente fue el resultado de la coordinación entre el personal de Marina, Ejército, la PGR y Policía Federal. Informes de inteligencia mencionaban que Alfonso Enrique se desempeñaba como coordinador de operaciones en el municipio Benito Juárez (Cancún), donde encabezaba la venta y distribución de droga, además del cobro de piso a los establecimientos de la zona.
Con información de Milenio