SALUD DIGNA Y EL COVID-19

• La pertinencia
Por José Luis López Duarte

Salud Digna es el modelo de institución filantrópica en México y ejemplo para los empresarios de lo que debe hacerse en apoyo a las mejores causas de la sociedad, como en este caso la salud.

Convertida ya en la segunda institución que presta servicios médicos a casi 15 millones de mexicanos, tan solo superada por el IMSS, realizando esfuerzos por cada vez ampliar más sus servicios, como ahora, que ante la contingencia del COVID-19 se ha preparado para realizar pruebas rápidas de diagnóstico para agilizar la detección de casos y con ello coadyuvar al sistema de salud pública en crisis, cada vez más desnudada por la contingencia.

Si en tiempos normales han sido evidentes las deficiencias y desatenciones de un servicio público que desde los años noventa se pretendió privatizar y con ello las partidas presupuestales vinieron a la baja, y por consecuencia la cobertura, calidad y pertinencia.

Muchos datos han evidenciado la fragilidad del sistema de salud, como son los salarios del personal; la cada vez más mermada del cuadro, cantidad y oportunidad de medicamentos, mermando el abasto del cuadro básico; así como la subrogación que se canalizan al sector privado.

Y lo que es evidente es que es este sistema de salud pública quien está en la primera línea en las trincheras contra el COVID-19, es urgente todo el apoyo posible y obviamente el apoyo como lo hace Salud Digna ahora. Otras instituciones privadas también se están solidarizando, pero no cabe duda que por la cobertura de Salud Digna será un gran aliado.

Por eso nunca estará de más insistir en la conducta de muchos empresarios que pueden hacer muchas cosas en apoyo a la sociedad como el sinaloense Jesús Vizcarra, que si hubiera muchos más con esa actitud otra cosa fuera el estado de ánimo de los más desposeídos.

Sin duda, también hay que reconocer a quienes apoyan con alimentos como aquel microempresario de las pinturas que ofreció despensas o las organizaciones sociales que han estado donando alimentos.

En fin, se trata de una gran cruzada nacional donde todo vale y se requiere tener conciencia de qué necesitamos hechos, como las familias que cumplen con el encierro en casa, que también vale mucho como labor preventiva.

En esta crisis no hay dinero que alcance y por eso el esfuerzo de cada quien vale oro. Unámonos, colaboremos, comentemos lo que nos parece incorrecto y lo que creemos hace falta, pero no dejen de hacer algo. Aquí no existe ni la política ni la ideología… es un problema de sobrevivencia.

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