En la raya: UN GOBIERNO SUPERFLUO, ¿O mercader?

Por José Luis López Duarte

Quirino Ordaz Coppel se ha caracterizado en su gobierno por gastar fortunas en publicidad y negocios privados como su antecesor, que fortaleció fortunas privadas y derrochó el erario público como un signo de complicidades y corrupción.

Casi 3 mil millones son los que en casi cuatro años de su periodo suma el gobernador de Sinaloa en gastos de publicidad (1200 millones) e inversiones en construcciones de estadios para negocios privados de espectáculos, estadios de futbol y beisbol, sin sumar los espectáculos artísticos para los encuentros populares que realiza en festivales.

Quirino Ordaz no le pierde pisada a Mario López Valdez, quien fue el que desató a esa escala y con “loco frenesí” ese tipo de negocios, construyendo estadios y “elefantes blancos” sin uso ni utilidad para la sociedad ni el gobierno.

Es obvio que han sido negocios asociados con particulares a los que nadie, ningún diputado local o autoridad federal, han puesto los ojos para por lo menos revisar las operaciones, los que seguramente estarán sin sustento social, legal ni financiero, de lo que derivarían acciones legales concretas, pero no, hasta hoy no hay nada.

Aún no hay nada por parte del gobierno “de la honestidad y de los pobres”, como tampoco de sus diputados y por eso, con el mayor descaro del mundo, se lleva la operación del equipo de futbol “Monarcas Morelia” para trasladarlo a Mazatlán, con el aval de Ricardo Salinas Pliego, el dueño de TV Azteca y consejero del presidente López Obrador.

Quizá para agosto ya tengamos en operación el estadio de futbol de Mazatlán y el equipo de primera división trotando en el paradisiaco puerto, como una joya más de la corona de lo superfluo del gobierno actual de Sinaloa.

Alguien me dijo “es que no tienen límite” y yo lo que creo es que límite lo tienen, pero no hay quien se los imponga, ¿Y cómo lo van a hacer si el gobierno de MORENA destinó 3 mil millones de pesos para promover el beisbol como un capricho del presidente para su deporte favorito? Esto lo deja sin autoridad moral alguna a él y a sus huestes como para encarar políticamente conductas como la del gobierno de Sinaloa. ¿Así cómo pues?

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