LOS PRECANDIDATOS • A buscarle

Por José Luis López Duarte

Discutí hace una semana que nunca se debe descalificar a nadie en ninguna competencia y menos en política, como ha venido sucediendo con Gerardo Vargas Landeros, que sus adversarios han considerado momento propicio para menospreciarlo y desacreditarlo, más con las fobias y diferencias que pensando que en una contienda electoral democrática, donde ya nadie gana todo ni pierde todo, pero que además en un contexto político como el que vivimos lo más real que tenemos es la incertidumbre y a nadie se puede descartar.

Otro tanto ha ocurrido con Sergio Torres, en buena parte por quienes creen todavía en la palabra última del gobernador en el PRI, al margen de sus méritos, derechos y cualidades, simplemente porque no se apega a los rituales desfasados del verticalismo del PRI que considera al gobernador la última palabra y más aun pensando que lo que hace Sergio Torres es un acto de rebeldía política.

Tampoco se escapa Rubén Rocha, hasta ahora el mejor posicionado en las encuestas, que le tunden a veces tan solo por ganas, ahora no se diga sus compañeros de MORENA que no compiten con él, sino que consideran que el gran elector será AMLO y que las cualidades y prestigio del ex rector no cuentan, creyendo que si no es él cualquiera de ellos puede ganar, aunque no pinten.

La lista es larga y sin duda a los nombres anteriores se deben agregar a la señora Rossy Fuentes, presidente del sistema DIF estatal, Jesús Valdez, presidente estatal del PRI, el propio Aarón Rivas, quien tiene un peso político relevante y atributos propios, el senador Mario Zamora que es atrevido y movido, Raúl Inzunza Dagnino, reconocido ex presidente de Guasave y amlovista de “hueso coloado”, el mismo Heriberto Félix Guerra que hasta ahorita todavía juega con dos barajas, los empresarios Juan Pablo Castañón, ex líder de la COPARMEX, y la misma Edna Fong, que hoy encabeza a los empresarios de Culiacán.

Pero quizá, quien menos ruido hace es quien más bonos podría levantar, me refiero a Jesús Vizcarra Calderón, a quien todos los gobierno estatales y hasta el mismo gobierno de la república ven con buenos ojos por todo el éxito social que ha alcanzado con su institución de asistencia privada “Salud Digna”, hoy por hoy el mejor ejemplo de asistencia privada en el país y modelo para todos los gobiernos de cómo ayudar a elevar la calidad de vida de los que menos tienen.

Además de que hoy por hoy, en la perspectiva del 2024, sería el único personaje, incluso aunque el gobernador resulte otro, capaz de proyectarse en la sucesión presidencial.

Como podemos ver, Sinaloa tiene una clase política muy amplia, además de los que no anotamos, de donde seguramente saldrá por lo menos una tercia de ellos para competir por la gubernatura y quien gane tendrá el reto de superar al gobernador Quirino Ordaz y armonizar un proyecto con la federación que nos permita pensar en un repunte del desarrollo sinaloense.

Es cierto que el panorama, sobre todo para la sociedad, pinta muy negro y que será la primera tarea a atender por el nuevo gobierno, pero aún con esa adversidad existen múltiples oportunidades que deberán explorar, sobre todo bien hermanados con la sociedad y lo más unidos posible.

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