¡GANÓ ROCHA! • En Coahuila e Hidalgo

Por José Luis López Duarte

En las elecciones de Coahuila e Hidalgo no hubo sorpresas. Ganó quien desde mediados de la campaña, a principios de septiembre, las encuestas ya daban como vencedor al PRI, otorgándole la ventaja sobre MORENA y el PAN en ambas entidades.

En dos ocasiones, 20 de septiembre y 9 de octubre, escribí sobre ese proceso electoral y en ningún momento se observó que hubiese variaciones de las tendencias y se pronosticaba un abstencionismo de casi 70%, que fue la única variable que se modificó así como el “carro completo” de Coahuila a favor del PRI. No hubo ninguna sorpresa.

Estas elecciones, junto con las de 2019, son las segundas elecciones locales en la que se confirman las características de las mismas: dependen de las fuerzas locales.

Ni en 2019, cuando hubo elecciones en 6 estados, las más próximas al 2018 y un gobierno de la república fresco y con todo el poder, aunque MORENA se llevó las gubernaturas de Baja California y Puebla, no fue el partido del presidente el más votado, como tampoco ocurrió en el 2020.

Los resultados de Coahuila e Hidalgo tienen explicaciones lógicas muy elementales. En Coahuila gobierna el clan de los Moreira que ya van para 18 años con el gobierno del estado ya empoderaron al hermano menor que dirigirá la cámara de aquel estado para enfilarlo a ser el sucesor del gobernador Riquelme.

En Hidalgo domina el brazo derecho del grupo “Atlacomulco”, encabezado por Miguel Ángel Osorio Chong, grupo de poder nacional que también gobierna aquel estado desde hace 24 años.

Sin duda las elecciones del domingo pasado dejan lecciones muy importantes para el 2021 a todos los partidos, incluyendo al gobierno de la república.

No olvidemos que habrá 15 elecciones a gobernador y ocho las encabeza el PRI, habrá también elecciones locales en 29 estados para presidente municipales y diputados locales y que los 300 distritos electorales elegirán a sus nuevos diputados federales.

Son muchas las contradicciones y los intereses muy diversos, que será muy difícil alinear las fuerzas políticas tanto en el plano vertical como en el plano horizontal.

En el plano vertical son poderes y gobiernos distintos y en el plano horizontal cada estado será una guerra particular que habrán de librar cada partido político de acuerdo a los intereses en juego en cada región.

Desde ya tiene ventaja la oposición a MORENA, porque casi todos los partidos de nuevo registro son desprendimientos de MORENA con los que no podrá ir como aliados. La segunda cuestión es que el PRI emerge como tercera opción y es muy probable que integre su propio bloque opositor, y que al PAN le urge acelerar los acuerdos para crear su frente electoral para poder estar en la disputa.

En general es MORENA a quien más se le complican las condiciones porque se le acumula aceleradamente el desgaste y deterioro del gobierno de AMLO, faltando por ver los resultados de la elección de la dirigencia nacional, las dirigencias estatales y las candidaturas, para valorar qué tanto sus adherentes de otros partidos le siguen siendo fiel y no se van a otro lado.

Para el caso de Sinaloa, en particular quien puede presumir que gana más con los resultados de las elecciones del domingo sin duda es Rubén Rocha, porque ahora MORENA ya no gana solo con la marca, sino que necesitará al mejor candidato y al más capaz de construir un bloque político competitivo, cuestión que el senador tiene amplia ventaja sobre cualquier morenista, sin duda.

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