EL INFORME DEL GOBERNADOR • Triunfalista

Por José Luis López Duarte

Después de que el secretario de gobierno, Gonzalo Gómez Flores, cumpliera el protocolo de ley el domingo 15 de noviembre al entregar el IV informe del gobernador al congreso, el miércoles, tres días después, este organizó su acto propagandístico y lleno de triunfalismo, sin pensar siquiera que algún error y omisión pudo cometer durante los últimos 4 años, que prácticamente demanda la calificación perfecta.

El gobernador Quirino Ordaz, en su mandato, ha dado pasos que derrumbaron avances importantes en la vida democrática de Sinaloa, sintetizado en su apetito de centralizar toda la obra pública y convertir los mecanismos de transparencia y rendición de cuentas, en meros afiches de la administración pública y no baluartes para desarrollar gobiernos democráticos y honestos.

Durante casi 20 años los empresarios de la construcción lucharon contra aquella empresa del gobierno, la COCOSIN (Comisión Constructora de Sinaloa), que se convirtió en la constructora del gobernador en turno, para que la obra pública no la hicieran las empresas privadas y si una empresa con fachada de gobierno, hasta que se logró la liquidación de dicha COCOSIN.

El 2017, al arribo del actual gobernador, se reformaron leyes (la de obra pública y la de agua potable), que le permitieron centralizar toda la obra pública, todo contra lo que los empresarios habían luchado cuando existía la COCOSIN, convirtiéndose de facto en el principal constructor de Sinaloa, al igual que López Obrador pero el presidente no adecuó las leyes a diferencia del gobernador

Al mismo tiempo, todavía no tomaba protesta y ya había destituido a Antonio Vega, entonces auditor del estado, y colocado de inmediato a incondicionales que tiraron por la borda 15 años de lucha para que el gobierno fuera transparente, rindiera cuentas y su desempeño fuera honesto.

Fueron épicas las batallas legislativas por lograr un órgano de control y auditor que garantizara dichos propósitos al sustituir la vieja contaduría mayor de hacienda, lográndose esto el 2008 y obteniendo avances inmediatos que permitieran dejar de ser una oficina de ajustes de cuentas del PRI, ya fuera en pro o en contra de alguien, pasando a ser un órgano auxiliar autónomo para cumplir la obligación constitucional del congreso del estado.

Sin duda, el gobernador fue muy inteligente al operar ambas decisiones porque se apoderó de dos instrumentos vitales para concentrar y centralizar todo el gobierno, restándole autonomía a los gobiernos municipales y a los otros poderes, pero provocó daños severos a instrumentos indispensables de la vida democrática que debe caracterizar a todo gobierno.

Lamentablemente, al final del 2016, cuando concluía el gobierno malovista, al término de aquella noche de gobierno, todos los poderes económicos, partidos de oposición, medios de comunicación y opinión pública, callaron y dejaron hacer, y pasar las cosas sin advertir lo que resultarían estos cambios, sin que nadie anticipara los resultados hasta que estaba consumado.

Por eso nunca nada es puro, porque no es cierto que todo son aciertos y solo existen en la obra material, como si la democracia, la honestidad, la justicia y el desarrollo cultural de una sociedad se circunscribiera a calles, banquetas y edificios (que habría que ver), sino a todos los intangibles que hacen que nuestro pueblo sea más feliz, más armónico, más responsable y generoso. La vida no es así…

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