EL BUEN FIN… MAL FIN • La pandemia

Por José Luis López Duarte

Yo no soy ni matemático, ni médico y mucho menos epidemiólogo, pero aprendí el ABC de la pandemia del COVID-19 que nos azota y es muy fácil deducir lo que nos pasa y por qué, cuando vemos el alza que se está dando de enfermos y de muertes por la pandemia, que ya resulta trágica para el país y estúpida para el gobierno.

Al gobierno se le ocurrió que el mentado “BUEN FIN”, práctica comercial que se copia de Estados Unidos, no fuera como antes de solo tres días y, en u lugar, lo convirtió en un largo periodo en el que abrió las puertas a todo y dejó que todos los negocios permitieran de todo, por lo que no es fortuito ni casual que desde el día 28 de noviembre, precisamente diez días después del “BUEN FIN”, en 8 días acumulamos 80 mil contagios y más de 5 mío fallecidos.

Las autoridades, empezando por el presidente López Obrador, siguiendo con las autoridades sanitarias y el gobierno de Sinaloa, creen que restringir espacios, ya sea de negocios o recreación, es coartar las libertades sin valorar el problema de la salud que al final saldrá más caro que los pesos que dejan de ganar.

Por eso tienen mucha razón todas las opiniones que se han vertido criticando a los gobiernos porque las autoridades no han Sido tal y hasta predican el mal ejemplo, cómo AMLO con el cubrebocas.

Tenemos esta conducta del gobierno ante la pandemia, pero también la tenemos frente a la economía, que a fuerzas pretenden demostrar que los daños no han sido tan severos, que pronto nos vamos a recuperar como país y que las empresas y trabajadores no necesitan apoyo.

Pensar que porque existen los programas sociales no ha disminuido el ingreso familiar y de las empresas es una mentira, un vil engaño para mantener mediatizados políticamente a sus seguidores y para no utilizar recursos públicos, porque ya se acabaron buena parte de ellos, porque tendrían que suspender alguna de sus grandes obras y quizá también solicitar créditos, cuando nada de eso está mal y lo malo es querer ocultar las cosas y no buscar soluciones.

Mas de 10 millones de trabajadores han perdido su empleo, casi 400 mil empresas cerraron definitivamente y 600 mil reabrieron con recortes según INEGI, y aún así dice el presidente López Obrador que el consumo no ha disminuido, cuando vemos quiebras hasta de grandes empresas aéreas, los autos se venden menos, los centros comerciales cerrados, nomás nos falta dejar de comer y creo que muchos hogares hasta de eso sufren.

La pandemia exige a todos los que la sufrimos y toda la población ha hecho grandes esfuerzos, pero lo que es notable es la actitud mezquina y a veces hasta miserable del gobierno que no admite ni crítica ni propuestas, menos cambios de actitud.

Solo para ilustrar. Todos los gobiernos del mundo están apoyando a los trabajadores y empresas. Tan solo Estados Unidos ya apoyó con 3 billones de dólares a trabajadores y empresas (de ahí que las remesas a México no cayeron); la Unión Europea subsidió con 1.5 billones de euros a los 32 países que la integran y otros 1.5 billones de euros se les prestó con cero tasa de interés; en China, Inglaterra, India, incluso Brasil y otros países latinoamericanos también lo han hecho ¿Por qué México no? ¿Hasta dónde quieren que lleguemos? ¿No son suficientes muertos aún?

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