EU no quiere sentarse a renegociar el acuerdo de suspensión de tomate: productores
El secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, no ha aceptado sentarse a la mesa para renegociar el acuerdo de suspensión de tomate, después de que el 7 de febrero anunciara que EU buscaría salir del pacto por supuesto dumping en las exportaciones del producto mexicano, dijo Antonio Beltrán, presidente del Sistema Producto Tomate Nacional y representante de los productores de Sinaloa.
“Ahorita estamos con un deadline que es el 7 de mayo, entonces necesitamos hacer más cosas, necesitamos presionar más duro porque el departamento de comercio prácticamente no nos ha abierto la puerta para negociar… tenemos que tener la contraparte, que se siente a negociar con nosotros, es lo más importante, es lo que queremos ahorita, que el gobierno nos ayude a que el señor Ross, el secretario, se siente con nosotros a negociar el acuerdo”, dijo Beltrán, quien participa en las pláticas del acuerdo, en entrevista.
El productor aseguró que la contrapropuesta al acuerdo de suspensión en materia de tomate fue presentada desde el 5 de noviembre, sin embargo, todavía no han recibido respuesta de los funcionarios estadounidenses.
“Necesitamos que el gobierno de México haga un poquito más, endurecer un poquito la participación (en la negociación), porque se está acercando el deadline”, agregó Beltrán.
Lo que sucedería si Estados Unidos decide abandonar el acuerdo es que se impondría una tarifa de 17.5 por ciento al tomate mexicano en el país vecino, lo que generaría cierto grado de desabasto en el mercado americano (1 de cada 2 tomates que se consumen en EU son mexicanos), ya que muchos productores nacionales no podrían soportar este arancel.
“Lógicamente habría una insuficiencia de oferta en el mercado porque muchos productores medianos, pequeño, no podrían sufragar la carga del 17.5 por ciento al valor para entrar a EU, por ejemplo, una caja que la vendan a 10 dólares tendrías que pagar 1.75 dólares para entrar, y eso es pesado, es un costo que afectaría mucho a la exportación mexicana… y los precios en EU tenderían a subir”, dijo Mario Robles, director de la división agrícola de la Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa.
De la misma forma, si el acuerdo se cae, los productores acudirían a la International Trade Comission (ITC), una agencia federal estadounidense, en dónde tendrían que demostrar que no han incurrido en prácticas de dumping.
“A partir del 7 de mayo empezaríamos a pagar arancel, no hay retroactividad hacia atrás; luego en noviembre vence el plazo para nosotros estar en la ITC y demostrar ahí que la industria de México no le ha hecho daño a la industria doméstica americana. Si nosotros demostramos que no somos causantes del daño, nosotros ganaríamos en la ITC y nos iríamos a mercado libre, ya no existiría el acuerdo y no pagaríamos arancel, al contrario, nos regresarían los aranceles que hubiéramos pagado”, dijo Beltrán.
El acuerdo de suspensión entre México y Estados Unidos, que elimina una investigación antidumping y establece un nuevo precio de referencia, le ha ahorrado a los productores mexicanos más de 2 mil 63 millones de dólares.
Dicho ahorro se da gracias a que el tomate mexicano puede entrar libre de arancel a suelo americano desde el 2013. Sin embargo, a los estadounidenses no les agradó mucho la idea, pues en repetidas ocasiones han externado su interés en salirse del acuerdo.
Entre el 2013 y el 2018, México exportó más de 11.7 mil millones de dólares de tomates a Estados Unidos. Antes del 2013, las exportaciones nacionales de tomate tenían que pagar 17.6 por ciento de gravamen para entrar al mercado americano.
Los productores nacionales tienen hasta el 7 de mayo para tratar de alcanzar un nuevo acuerdo con el gobierno estadounidense, o bien, renovar el acuerdo que aún está vigente.
Con información de El Financiero