Los Ángeles se desborda para ayudar a la niña sinaloense con “huesos de cristal”
América Cruz Acosta es una niña de 8 años que sufre de un trastorno congénito caracterizado por la fragilidad de los huesos, a consecuencia de la deficiencia de colágeno tipo I. Por esta razón, a la osteogenesis imperfecta (OI), también se le conoce como la enfermedad de los “huesos de cristal”.
A pesar de las adversidades por las que atraviesa América, ella se mantiene alegre, con fe y optimista aún cuando su condición no es lo único que le preocupa a su abuela Soledad Sánchez.
Ambas viven en Mazatlán, Sinaloa y tres veces al año, ambas tienen que hacer un viaje al hospital Shriners en Pasadena, California, hospital en el que América recibe tratamiento gratuito. Cada viaje en autobús de Sinaloa a Pasadena cuesta 850 dólares, dinero que muchas veces falta ya que los ingresos de la familia provienen de reciclar latas y botellas. Además, según los doctores el tratamiento que recibe América podría prolongarse por más de 10 años.
Después de que el reportaje saliera al aire en Univision 34 Los Ángeles, la comunidad expresó el impacto que sintió por la historia de América y solicitaron más información para ayudar a la pequeña y a su familia.
Por ejemplo, Miguel Lozano, residente de Whittier, se ofreció para reparar y pintar de rosa la silla de ruedas de América, y Miguel Casas, residente de San Francisco, le regaló una silla eléctrica.
Estas generosas personas no han sido las únicas en mostrar su gran apoyo y corazón, ya que tanto la pequeña como su abuela, actualmente reciben ayuda de una caritativa familia californiana que las hospeda en su hogar.
Sin embargo, las ganas de ayudar a América no escasean, por lo que se ha creado una cuenta a nombre de la organización no lucrativa, Kairos Kai Metanoia, para ayudarla a continuar con sus tratamientos y con los gastos que estos conllevan.
Si usted quiere colaborar con esta causa, puede hacerlo mediante la cuenta bancaria 661 783 980 de Chase Bank a nombre de América Cruz.
Con información de Univisión