¡¡Con una chingada, cuídense!!

Eduardo Valdez Verde

Circula en redes sociales el video de un chofer de ambulancia que, según afirma, acaba de trasladar a un enfermo de covid muy grave y con pocas posibilidades de sobrevivir.

Para los que no creen, dice, vieran qué feo es ver a una persona morir, pedir auxilio y no poder hacer nada.

El trabajador de la salud, como muchos más que están en la primera línea de la lucha contra esta enfermedad, comenta lo duro que es trabajar cubiertos con trajes de los pies a la cabeza, con tapabocas, mascarillas y lentes especiales que con el calor hacen casi imposible la visibilidad.

«Cómo quisiera que vieran lo incómodo que es traer este traje, es desesperante. No se ve con los gogles, no podemos respirar; qué les podría decir de el sudor, empapados».

En su desespero, en realidad impactado por lo que a diario enfrenta y al borde del llanto, el chofer de la ambulancia lanza un llamado desesperado y a la vez un regaño a quienes irresponsablemente andan en la calle, en fiestas o en la playa…

«¡¡Con una chingada, cuídense!!, es una impotencia no poder hacer nada y a ustedes les vale, que porque no conocen a nadie que le haya pegado, yo lo veo a diario cabrones, en serio, existe pendejos, cuídense».

La crudeza de este video grabado por el mismo chofer con su celular, es una de tantas imágenes dramáticas que a diario están enfrentando los doctores, enfermeras, camilleros y demás trabajadores de la salud en Sinaloa y el resto del país.

Resulta pues, indignante que a pesar de los llamados de las autoridades y a pesar de la gravedad de esta pandemia que ha cobrado la vida de 31 mil personas en todo el país, haya quienes irresponsablemente salgan a la calle sin protegerse y sin  proteger a los demás.

Tan sólo en Sinaloa suman ya 1425 personas fallecidas y casi 10 mil casos confirmados. Los hospitales ya han sido rebasados, no hay suficientes camas y el personal de salud está agotado por la sobrecarga de trabajo y las largas jornadas.

A eso agreguemos que han muerto médicos, enfermeros y hasta guardias de seguridad de los hospitales. Gente valiosa, héroes anónimos que murieron tratando de salvar vidas.

Por respeto a quienes se han ido y a quienes siguen combatiendo esta pandemia, lo menos que debemos hacer como ciudadanos es actuar con responsabilidad, cuidarnos y no darles más trabajo a quienes se la parten en los hospitales.

LIBRETA DE APUNTES

En medio de esta crisis es gratificante ver iniciativas como la que promovió la señora Rosy Fuentes, presidente del DIF estatal, para recaudar fondos destinados a comprar equipo para el personal médico que combate el covid-19.

Pedalear 200 kilómetros se dice fácil. Hacerlo, son palabras mayores.

Enhorabuena por este tipo de acciones y felicitaciones a todos los que se sumaron a esta noble causa.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *