LA ELECCIÓN DE MORENA • Ya ganó

Por José Luis López Duarte

Sin duda es afortunada para MORENA la decisión del INE de convocar a una elección abierta y dirigida por el instituto electoral, salvando al partido del gobierno de una “guerra civil” entre sus miembros, de haber sido de otra manera.

Tan solo el hecho de la cantidad de pretensos que se registraron es un síntoma de lo que hubiera sucedido si la militancia de MORENA hubiera sido convocada a una votación.

Es cierto que aún prevalecen diferencias entre el INE y el tribunal electoral por la modificación que el tribunal acordó hacerle a la convocatoria que el INE emitió, pero más allá de los ajustes que provoque en la convocatoria, lo definitivo es lo que decidan los electores, y eso será el toque democrático categórico para los nuevos liderazgos de MORENA.

Lo que derivó de un incumplimiento de MORENA y sacó la elección de su interior, al final se descubre un mecanismo o herramienta muy útil para todos los partidos, porque así como ahora ayuda a MORENA, puede servir para que todos los partidos echen mano de ella para elegir sus candidatos y evitarse conflictos.

Pero además serviría para la apertura de los partidos y para fortalecer su democracia interna, al mismo tiempo que les permite fortalecerse porque así ya empieza a incorporarse la ciudadanía desde el principio del proceso electoral, y hasta el día de la elección.

Incluso puede que algunos partidos hasta se atrevan a abrir sus candidaturas a elección popular a los ciudadanos, un imperativo actual cada vez con mayor vigencia para todas las organizaciones políticas, que más o menos, unos y otros, requieren refrescar sus ofertas políticas.

Haber sacado la decisión de los ámbitos de MORENA también le da toque novedoso a la contienda, como romper de tajo el influyentismo, la hegemonía grupal y el clientelismo, ateniéndose cada quien a su trayectoria y proyección en la sociedad que determinará la posición de cada quien.

Así, el cuadro predominante que queda para la decisión a principios de octubre, a cuatro o cinco personajes, quienes tienen más posibilidades de que los electores les elijan.

A la cabeza está Porfirio Muñoz Ledo, con casi 70 años de activismo político en el país y figura nacional e internacional desde hace 50 años, trayectoria de mucha fuerza política y buen prestigio social.

Le siguen Mario Delgado, figura que emana en el gobierno de MALO en el distrito federal y siempre un seguidor a ultranza del presidente de la república, lo que le ha ayudado en la medida de lo que ahora es AMLO, proyectado socialmente por la posición que ocupa ahora de líder de diputados de MORENA.

En tercer lugar, podemos ubicar a la secretaria general Yeidkol Polevski, que ya ocupó interinamente la presidencia del partido, con poco más de trayectoria política desde que AMLO presidía el PRD en 1998 y fuera candidata a gobernadora del estado de México, con los inconvenientes de los conflictos recientes que le abrieron un juicio interno por desviación de recursos de MORENA.

Y por último, están los jóvenes Gibrán Ramírez y Alejandro Rojas, quienes han disputado apoyos que les incluye en la competencia, aunque con menores posibilidades.

Ojalá y todo salga bien, que la gente elija y, gane quien gane, MORENA lo asuma sin enconos. Ojalá.

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