«Nuestra cita fue profesional, no amigable»: Biden y Putin
Ginebra. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, preguntó ayer a su par ruso, Vladimir Putin, cómo se sentiría si alguien llevara a cabo un ataque cibernético contra los oleoductos rusos, una consulta puntual durante la cumbre entre ambos que ilustró la amplitud de sus desacuerdos.
La consulta se refería al ciberataque que provocó el cierre de las operaciones de Colonial Pipeline Co durante varios días en mayo, impidiendo que millones de barriles de gasolina, diésel y combustible para aviones fluyeran desde el Golfo de México hasta la costa este de Estados Unidos.
Después de unas cuatro horas de conversaciones en Villa La Grange, histórico lugar ubicado junto al lago Lemán, en Ginebra, Suiza, el líder del Kremlin admitió que el actual presidente de Estados Unidos es muy diferente a (Donald) Trump.
Después del encuentro Putin declaró que no había habido hostilidad, y Biden agregó que no hizo ninguna amenaza al mandatario ruso.
Ambos líderes calificaron su primera cumbre de profesional, en lugar de amigable, y aseguraron que se pusieron de acuerdo para que haya conversaciones entre funcionarios de menor rango sobre temas de ciberseguridad y control de armas, además de enviar a sus embajadores de regreso a sus capitales.
Sin embargo, no lograron ocultar sus diferencias en materia de derechos humanos. Biden advirtió que las consecuencias para Rusia serían devastadoras si el encarcelado crítico del Kremlin Aleksei Navalny muere. Tampoco coincidieron en el tema del ciberespacio, y Wa-shington exigió a Moscú frenar los ataques de ransomware (secuestro de datos) provenientes de territorio ruso.
Si bien el jefe de la Casa Blanca aclaró que no había amenazado a Putin, sí hizo una pregunta teórica a su par ruso sobre los peligros de los ciberataques.
“Lo miré y le dije cómo se sentiría si un ransomware tomara los ductos de sus campos petroleros. Él respondió que eso podría ser un problema”, contó Biden a periodistas en conferencia de prensa individual. El hecho de que no haya sido conjunta es una señal de la tensión entre ambos países.
El jefe de la Casa Blanca comentó a su homólogo del Kremlin que la infraestructura crítica debería estar fuera de los límites de los ciberataques, y que la lista de organizaciones que deberían estar fuera de dichos límites incluían 16 sectores a los cuales no identificó.
El gobernante ruso agregó que ambos acordaron, en principio, empezar consultas sobre asuntos de ciberseguridad, aunque rechazó las denuncias de que su gobierno es responsable de ciberataques contra empresas y organismos de gobierno en Estados Unidos y otros países.
Con información de La Jornada.