México ignora a la ONU y mantiene la acusación contra dos hermanos que fueron víctimas de detención arbitraria

Los hermanos Érick y Verónica Razo Casales llevan en prisión más de una década. El 8 de junio de 2011 fueron detenidos por la extinta Policía Federal en Ciudad de México y acusados de crimen organizado y de planificar un secuestro.

Tras su arresto denunciaron haber sido víctimas de tortura y su proceso ha estado marcado por diversas irregularidades, según la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH), que los acompaña.

El grupo de trabajo sobre Detención Arbitraria del Consejo de Derechos Humanos de la ONU emitió una opinión el pasado 29 de julio en la que considera que su privación de libertad fue irregular y que ambos deberían ser puestos en libertad de forma inmediata. Está previsto que el juez que analiza la causa tome una decisión en los próximos días, aunque los abogados defensores piden a la Fiscalía General de la República (FGR) que retire los cargos para que puedan recuperar la libertad. 

“El Grupo de Trabajo considera que, teniendo en cuenta todas las circunstancias del caso, el remedio adecuado sería poner al Sr. Razo Casales y a la Sra. Razo Casales inmediatamente en libertad y concederles el derecho efectivo a obtener una indemnización y otros tipos de reparación, de conformidad con el derecho internacional”, dice el documento de la ONU.

Además, “insta al Gobierno a que lleve a cabo una investigación exhaustiva e independiente de las circunstancias en torno a la privación arbitraria de libertad de los Sres. Razo Casales y adopte las medidas pertinentes contra los responsables de la violación de sus derechos”. A pesar del tiempo transcurrido desde que se emitió esta opinión, ambos hermanos siguen todavía en prisión.

Con información de Animal Político.

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