EU presenta acusaciones formales contra 8 empresas chinas por distribución de fentanilo
Ocho empresas chinas y doce de sus ejecutivos fueron acusados por el Departamento de Justicia de Estados Unidos de crímenes relacionados con la producción, distribución e importación de fentanilo y otros opioides en el país.
Merrick Garland, fiscal general del Estado, anunció en una comparecencia de prensa las imputaciones que, según recalcó, muestran que los elementos precursores utilizados para fabricar fentanilo proceden sobre todo de compañías químicas basadas en China.
Dichas empresas anuncian la venta de estos productos en internet utilizando plataformas diversas, y para evitar a la Justicia estadounidense, utilizan direcciones de devolución falsas o facturas fraudulentas, así como etiquetados falsos o envases para ocultar los productos, como bolsas de comida para perros, detalló el fiscal.
Merrick Garland puso como ejemplo una de estas compañías, que vendía xilazina, utilizada para aumentar los efectos del fentanilo e incrementar así su valor.
Al contrario que con otros opioides, los efectos de la xilazina no desaparecen con el narcan —el medicamento para revertir una sobredosis—, y quienes la usan con fentanilo pueden sufrir graves heridas que acaban en desfiguraciones o amputaciones.
Una de las imputaciones fue posible cuando un ejecutivo recomendó a un cliente un precursor del fentanilo y le aseguró que llevaría un nombre distinto en el etiquetado para asegurar una venta segura. El cliente resultó ser un agente de la DEA, la agencia antidroga de EE. UU.
“Sabemos quién es responsable de envenenar al pueblo estadounidense con fentanilo, de destrozar familias y comunidades en todo el país”, dijo Garland en la comparecencia de prensa, y añadió que detrás de los cientos de miles de fallecidos hay una red de narcotráfico que alcanza a varios países y continentes.
“Y sabemos que esta cadena global de suministro de fentanilo comienza con frecuencia con compañías químicas en China”, añadió.
El fentanilo es la droga más letal en Estados Unidos, 50 veces más potente que la heroína.
Con información de El Financiero