Biden y Trump: Un primer debate lleno de mentiras, deficiencias verbales y civilidad

El primer debate previo a las elecciones presidenciales del próximo 5 de noviembre, entre el presidente Joe Biden y el expresidente Donald Trump, fue un evento en el que las mentiras, las acusaciones y deficiencias verbales fueron la constante.

Sorpresivamente en el debate moderado por los periodistas de la cadena de televisión CNN, Dana Bash y Jake Tapper, Biden y Trump actuaron con mayor civilidad de la que se esperaba aun cuando ambos ni se saludaron al llegar al estrado ni se despidieron al abandonarlo.

Clásico, en el caso de Trump, sus argumentos en respuesta a cuestionamientos de los moderadores, todos estuvieron plagados de mentiras, verdades a medias y afirmaciones aderezadas con egolatría y fanfarronerías alejadas de la realidad y de lo que hizo en su gobierno.

“Estoy aquí porque fui tan buen presidente que la gente pide que este aquí, de lo contrario estaría en otro lado y bueno… y bueno al ver que este hombre es tan mal presidente que decidí que tenía que salvar al país de que se siga yendo en picada”, fanfarroneó Trump.

Biden se notaba un poco inseguro, agobiado por la ronquera; se mostró atento a las declaraciones de su contrincante, a las preguntas de Bash y Tapper, y no pudo evitar los estragos de la edad (tiene 82 años) porque continuamente caía en deficiencias verbales; se trabó constantemente.

“Este tipo, este 3 años menor que yo”, dijo Biden en referencia a Trump cuando lo cuestionaron por su edad y por el hecho de que si se reelige en los comicios del próximo 5 de noviembre, al dejar el puesto tendrá 86 años, tema que le preocupa a la mayoría de los electores.

“Esta es una nación que por este tipo va en picada”, argumentó Trump sobre el mismo tema, a lo que de inmediato Biden reviró: “nunca en mi vida hemos oído a un expresidente hablar así de nuestra nación, somos la envidia de muchos países en el mundo”.

En una disputa de argumentos en la que Trump le recordó a Biden que el debate “no es un juego de niños”, ambos aspirantes a la presidencia llegaron al punto de retarse uno al otro para someterse a pruebas para demostrar quien está físicamente más deteriorado que el otro.

“Me he hecho dos pruebas cognitivas, estoy en muy buena forma, este tipo no puede patear ni siquiera una pelota”, resaltó Trump para exponer a Biden como un octogenario físicamente incapacitado.

“No puedes cargar ni tu propia bolsa de golf”, se defendió Biden de los atisbos del candidato presidencial del partido republicano.

Las mentiras no faltaron en todas y cada una de las respuestas a cualquier tipo de cuestionamiento que se formuló en el debate, Trump se destacó por ello y por hacer acusaciones infundadas a Biden.

“Su política migratoria está dejando entrar inmigrantes criminales, personas de instituciones mentales que están matando a nuestros ciudadanos, nuestra frontera es la más insegura del mundo”, enfatizó Trump pese a saber que lo que dijo es mentira o una exageración.

En economía, tanto Biden como Trump presumieron haber entregado en sus respectivos mandatos los mejores resultados tanto en materia macroeconomía como a nivel microeconómico.

“Los únicos empleos que ha creado son los de los inmigrantes indocumentados”, sentenció Trump sabiendo que lo que sostuvo es mentira o una exageración de la realidad de política migratoria del presidente Biden.

En política exterior, y hablando de China y Rusia, por ejemplo, el expresidente y nuevamente candidato republicano se fue a los extremos al afirmar que Biden es el responsable de la invasión de los rusos a Ucrania y que “le paga China y es el candidato manchuriano”.

Ambos candidatos, aunque Trump fue el que más se destacó en ello, eludieron responder directamente a las preguntas que le formularon Bash y Tapper en todos los ámbitos que se abordaron: economía, migración, el aborto, democracia y el cumplimiento de la ley.

El primero de los dos debates quedó lejos de ser un evento de definición electoral para esclarecer el panorama de la búsqueda de la Casa Blanca.

Los electores estadunidenses que todavía no optan por quién votar el 5 de noviembre, tendrán que esperar al segundo debate que sostendrán Biden y Trump.

“Si son justas, legales y transparentes absolutamente”, enfatizó Trump cuando por segunda ocasión le preguntaron si aceptará el resultado de los comicios de noviembre, incluso si no le son favorables.

“Sabemos que no lo hará”, declaró Biden cuando le tocó hablar del asunto y luego de que Trump, en dos ocasiones, se negaba a contestar con un sí o no, al cuestionamiento de aceptar el resultado de las elecciones si resultaba ser el perdedor.

Con información de Proceso