Doctorando de la UAS realiza investigación enfocada en elaboración de materiales biodegradables a partir de subproductos del mango
En un esfuerzo por contribuir a la lucha contra la contaminación por plásticos, estudiante del Doctorado en Ciencia y Tecnología de Alimentos de la Facultad de Ciencias Químico-Biológicas de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), destacó los avances en su proyecto de investigación enfocado en la elaboración de materiales biodegradables a partir de subproductos del mango cuyo objetivo es abordar la crisis ambiental generada por los plásticos convencionales.
El maestro en ciencias Marco Antonio Sánchez Chilero, señaló que Sinaloa, uno de los principales productores de mango en México, cuenta con una industria que genera una cantidad considerable de subproductos durante el procesamiento del fruto, como cáscaras y semillas. “Estos desechos, tradicionalmente desechados, representan un problema ambiental significativo, (…), nos enfocamos en la semilla de mango, que contiene dos componentes clave, el tegumento, o cubierta externa, y la almendra interna,” explicó.
Sostuvo que mediante procesos de extracción y purificación obtiene la fibra del tegumento y almidón de la almendra para combinarlos y formar biocompósitos, los cuales funcionan de manera similar al concreto reforzado, “el almidón actúa como una matriz y la fibra como un refuerzo estructural”.
Este enfoque no solo ofrece una solución innovadora para los desechos industriales del mango, sino también una alternativa viable a los plásticos convencionales, cuyo impacto ambiental ha sido alarmante, manifestó. Asimismo, indicó que en estudios recientes han detectado microplásticos en organismos marinos, suelo y hasta en la leche materna humana, evidenciando la urgencia de reducir su presencia en el entorno.
Los plásticos convencionales pueden tardar siglos en degradarse, afirmó, mientras que los biocompósitos desarrollados en su proyecto tienen un tiempo de degradación estimado de tres a seis meses.
Marco Antonio Sánchez Chilero indicó que en el mundo existen alrededor de 6300 millones de toneladas de plásticos acumulados, y que esta cifra podría duplicarse para 2050, en este sentido, la investigación adquiere una relevancia global. Afirmó que convertir subproductos agrícolas en biopolímeros no solo abre la puerta a soluciones ambientales, sino que también refuerza el papel de Sinaloa como un actor clave en la producción sostenible y la innovación científica.