Sismo de 4.6 expone vulnerabilidad de Sinaloa y detona campaña de prevención

Culiacán, Sin.- El temblor de magnitud 4.6, sentido el 23 de julio en 11 municipios y con mayor intensidad en la capital, llevó a especialistas en sismología y gestión de riesgos a reunirse en el programa Zona de Prevención para desmentir rumores y subrayar la urgencia de prepararse ante futuros eventos. El asesor científico del Instituto de Protección Civil Estatal, Dr. Héctor Rodríguez Lozoya, precisó que la Falla de San Andrés no cruza Sinaloa; en realidad, la actividad local está vinculada al Sistema de Fallas del Golfo de California, prolongación tectónica que se extiende desde Calexico hasta las costas de Jalisco.
Rodríguez Lozoya explicó que el epicentro se localizó en la zona de Puchi, Los Libros, a apenas cinco kilómetros de profundidad, motivo por el cual el movimiento se percibió con fuerza acústica y vibratoria pero sin daños mayores. “Habrá más sismos; lo responsable es reconocerlo y actuar”, advirtió, al tiempo que recordó que Sinaloa forma parte del Cinturón de Fuego del Pacífico, región con la mayor frecuencia sísmica del planeta.
El director del Instituto de Protección Civil Estatal, Aurelio Roy Navarrete Cuevas, destacó avances en monitoreo gracias a la red sísmica enlazada al Servicio Sismológico Nacional, con estaciones en Panalona, La Paz, Topolobampo y Mazatlán. No obstante, señaló rezagos en desarrollo urbano: Culiacán continúa expandiéndose sobre suelos blandos que amplifican las ondas sísmicas. “Urge actualizar los atlas de riesgo y exigir estudios de mecánica de suelos y memorias estructurales en cada obra”, recalcó.
Para fortalecer la cultura de autoprotección, la dependencia impulsa campañas como Zona de Prevención y el programa infantil Escuadrón 911, además de simulacros periódicos en edificios públicos, incluido el Palacio de Gobierno. Las autoridades reiteraron que “el riesgo cero no existe”, pero una población informada, edificaciones resilientes y un monitoreo científico constante pueden reducir significativamente las consecuencias de los próximos sismos que, tarde o temprano, volverán a sacudir la entidad.