En la raya: EL PRI: AYER Y HOY, la transición

2° de 2 partes
Por José Luis López Duarte

El PRI del 2000 pudo articular un acuerdo con Vicente Fox, gracias a los errores del PRD que fue incapaz de resolver ir al gobierno de coalición que le propuso el PAN entonces, lo que abrió la puerta para que el 2002 se concretara el acuerdo Vicente Fox – gobernadores del PRI, por cierto en el puerto de Mazatlán, cuando se constituyó la CONAGO con el presidente presente.

Hoy el PRI está contra la pared: firmó un acuerdo con AMLO y está siendo perseguido en todos los rincones del país. Sí, perseguido y acorralado, tanto así que prácticamente le amarraron las manos y lo arrodillaron para cumplir los mandatos del presidente López Obrador.

Es cierto que en las preferencias electorales no es el PRI el partido que representa al antagonista de AMLO, pero si es el fiel de la balanza porque con el capital político que posee le garantiza a MORENA su triunfo, como también su derrota.

Una alianza total AMLO – PRI en primer lugar no le garantiza prolongar su sobrevivencia al PRI, como tampoco le garantiza el triunfo a AMLO, máxime que la pandemia, la crisis económica y la inseguridad pública se han complicado a extremos, por lo que parece todo dependerá de sus adversarios.

Porque así como camina esa alianza AMLO – PRI, después de las reformas internas del PRI, también avanza la alianza del bloque opositor, que lo único que tenían dudas era respecto al PRI si se incluiría en él, por lo que ahora ya lo podrán dar por hecho después de la concentración de poder que ha adquirido el presidente nacional del PRI para garantizarle a AMLO su respaldo.

Hoy en día existen 12 gubernaturas del PRI, de las cuales 8 tendrán elecciones de las 15 que se disputarán, lo que hace al PRI el partido con más gubernaturas en juego y, por supuesto, con mayores riesgos.

Por eso la decisión del presidente nacional del PRI de concentrar todo el poder de las decisiones simplemente es para controlar todos los procesos de selección de candidatos, lo que no les garantiza el control de su militancia.

Es casi un hecho que ya decidieron ratificar los acuerdo con AMLO y de alguna manera dividirse las posiciones: los diputados federales para AMLO y los poderes locales para el PRI, como lo pronosticamos hace ya un año.

De donde se deriva que sea cual sea el resultado electoral para el PRI, esta negociación prácticamente lo desintegrará y no logrará sobrevivir como partido, pero quizá sobrevivan los poderes que protege, tanto el de AMLO como los de sus grupos locales.

Y pueden creer en eso por lo menos, pero también es incierto porque si AMLO necesita apretar las heridas del PRI lo va a hacer, por la sencilla razón de que AMLO necesita la mayoría en el congreso de la república y eso es primordial.

Desde 1994, cuando arribó Ernesto Zedillo al gobierno de la república, desde entonces no había ningún partido con mayoría en el congreso de la unión, hasta que llegó MORENA y, a diferencia de Fox en el 2000 cuando negoció, ahora es absoluta imposición e incertidumbre.

Por eso el PRI, desesperado, agita todo en sus estructuras y se pone en manos de AMLO, que quién sabe qué destino les asigne, pero la sobrevivencia creo que ya la perdieron.

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