LA CONSULTA• La consulta

Por José Luis López Duarte

Al amigo de siempre, Oscar Loza Ochoa, y a toda su familia, un fuerte abrazo por la pérdida de su padre, don José Loza.

Adiós y hasta luego al buen amigo Bernardo Riveros, y para toda su familia que vivan con su grato recuerdo.

Al presidente López Obrador, a MORENA y a las cámaras les tronó el cuete en las manos cuando decidieron convocar a una consulta popular para enjuiciar a los ex presidentes, evidenciando sus debilidades, enredos y desatinos, que ya empieza a rebasar el vaso de la paciencia de la sociedad de tanta ineptitud.

Era obvio que se trataba de otra maniobra del presidente para mantener el circo mediático de la corrupción y seguir soslayando problemas estructurales que están crujiendo, que ameritan la urgente atención de todo el aparato del estado mexicano, como la crisis sanitaria, la inseguridad y la economía.

En primer término, la consulta no se necesita legalmente para enjuiciar a los ex presidentes y que es viable acusar a cualquiera de ellos, o a todos, por algún delito que hayan cometido antes, durante y después de su mandato.

Y además la pregunta de si se enjuicia a los ex presidentes ya un sin número de encuestadoras lo han hecho y todos han alcanzado respuestas en positivo, arriba del 80%, como si preguntaran también si se está de acuerdo en aplicar la ley, que resulta una verdad de Perogrullo.

Por lo que se conoce de antemano la respuesta popular al respecto, pero la ley no se trata de ninguna generalidad, sino de algo concreto, como lo establece la constitución para que tenga procedencia.

El presidente de la república en las consultas de antes se movía en la más absoluta ilegalidad, como ocurrió con el aeropuerto de Texcoco o la construcción del tren maya, porque en todo momento se trató de actos arbitrarios e ilegales.

Ahora, por primera vez, él solo de nuevo, con el respaldo de su investidura y facultades de ley, ha iniciado una demanda que ni MORENA, ni los diputados y senadores pudieron hacerlo, corriendo el riesgo muy probable que la suprema corte lo rechace, o creyendo que a él, el presidente de la república, hay menos probabilidades que le digan que no.

Luego del rechazo de la corte, AMLO y MORENA estarán en un predicamento ¿Contra quién de los ex presidentes van a proceder? ¿De qué manera van a continuar “limpiando las escaleras” de la corrupción?

Al respecto, platicando con un fiscal, le preguntaba su punto de vista y, palabras más palabras menos, me decía “se están haciendo tontos, no existe arma más poderosa contra la corrupción que la constitución, que la apliquen, que vayan a fondo, sin titubeos, porque en todos lados existe y no deben sacarle la vuelta”.

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