“Si se elimina el fideicomiso no podremos seguir buscando”: familias de desaparecidos

María de Jesús Soria Aguado, de 50 años, perdió todo cuando su hijo Iván Yan Carlos Ibarias desapareció en 2016. El 9 de septiembre de aquel año, hombres armados lo sacaron por la fuerza de su casa en Tejerías, Veracruz. Nunca han vuelto a saber de él. “Me convertí en desplazada. Los mismos ministeriales me dijeron que desocupase mi casa cuando puse la denuncia”, explica. En ese momento, Soria Aguado vivía de la tienda de abarrotes ubicada en su misma vivienda. De repente había perdido a su hijo, su casa y no tenía de dónde ganar dinero.

Explica que durante tres años se las arregló para sobrevivir hasta que fue reconocida como víctima de delito por la Comisión Nacional de Atención a Víctimas (CEAV). Esto le permitió acceder a las ayudas dispuestas en el Fondo de Ayuda, Asistencia y Reparación Integral. Se trata de un fideicomiso con un monto de 574 millones 511 mil 883,86 pesos y su objetivo es “brindar los recursos de ayuda y la reparación integral de las víctimas de delito y las víctimas de violaciones a los derechos humanos, siguiendo criterios de transparencia, oportunidad, eficiencia y rendición de cuentas”.

En el caso de Soria Aguado esto significa poder recibir los 6 mil 600 pesos que paga de renta. Y, además, un extra como despensa. Con 50 años, quedó a cargo de una hija y varios nietos. Desde la desaparición de su hijo buena parte de su tiempo está dedicado a la búsqueda. Durante los últimos cuatro años se ha recorrido media República con una pala y muchas compañeras en su misma situación: Guerrero, Morelos, Veracruz, han sido estados que ha visitado con el único objetivo de encontrar a su hijo.

Soria Aguado es una de las familiares que se encuentran en plantón frente a la Cámara de Diputados. Protestan por el anuncio de la bancada mayoritaria de Morena de extinguir 109 fideicomisos y poner sus 68 mmdp en manos de la Tesorería de la Federación, es decir, de la secretaría de Hacienda. Entre los fondos hay destinados a cine, desastres naturales, deporte y ciencia. También, y eso es lo que importa a este grupo de descontentas, a la atención a víctimas.

Con información de Animal Político.

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